Civilización: Occidente y el resto, Niall Ferguson

¿Por qué Occidente ha dominado el mundo durante los últimos cinco siglos? ¿Por qué hoy culturas como la china o la árabe se rigen por los mismos principios, sistemas e instituciones que las de los países occidentales? En Civilización, Occidente y el resto, el historiador y catedrático por la Universidad de Harvard Niall Ferguson intenta dar respuesta a estas preguntas.
Y para ello argumenta que existen seis poderosos instrumentos en los que las pequeñas naciones europeas cimentaron esta época de superioridad: la competencia, la ciencia, el imperio de la ley, la medicina, la sociedad del consumo y la ética del trabajo.
Después del año 1500 y hasta el siglo XIX, los países europeos comenzaron una guerra encarnizada por controlar las principales rutas comerciales y en especial la ruta de la especias. Esta competencia comercial y económica —que derivó en bélica— trajo consigo, sin embargo, beneficios inesperados. Los principales de ellos la innovación en tecnología militar y el aumento de la eficiencia en la recaudación de ingresos al inventarse la emisión de bonos y deuda pública. Mientras tanto, Japón impuso un aislamiento extremo del exterior con su política sakoku —lo que, cuando aumentó la población, conllevó disminución de rentas, malnutrición y una caída de la productividad— y China se convirtió en un estado estacionario y falto de innovación a causa de su falta de competencia con el exterior.
Esta superioridad económica y política se acentuó con la revolución científica del siglo XVII y la Ilustración en el XVIII. Los avances científicos de la época, auspiciada por la invención y la difusión de la imprenta, acrecentaron la brecha de conocimiento y ciencia en la que se basaba, sobre todo, la superioridad militar de Occidente sobre Oriente. Estos avances científicos derivaron también en avances en el campo de la medicina moderna, especialmente entre 1880 y 1920 cuando se utilizaron los imperios coloniales como plataforma de investigación —aunque no siempre de manera ética y humana—.
Para Ferguson, en la época más reciente, el imperio de la ley y el derecho inviolable de la propiedad han sido una de las principales causas por las que algunas civilizaciones han avanzado más que otras. Así como el consumo que, unido a la ética del trabajo impulsada por la religión cristiana, han sido palancas clave en el crecimiento económico de los países occidentales.
Ahora bien, hoy, ¿sigue Occidente liderando en estos seis factores clave para el desarrollo? ¿Existe todavía una brecha entre Oriente y Occidente en alguna de ellas? Leer Civilización ayuda a comprender qué ha llevado a la civilización occidental a marcar las reglas del juego durante estos últimos cinco siglo, pero leerlo en clave actual permite entender qué está pasando en el mapa geopolítico de hoy y por qué unos países están creciendo más que otros.